¡Buenos días! Para el artículo de hoy contamos con la colaboración de Félix Barrachina Ibáñez, competidor de culturismo nacional (es uno de los deportistas españoles más veteranos y laureados en esta modalidad) Sigue inmerso en competiciones, además de ser el director del Club Deportivo Argos Gym. Según su punto de vista, a pesar de que el fitness se ha hecho más popular entre los deportistas de hoy en día, muchos siguen haciendo mal los ejercicios. Aquí sabremos el porqué y la importancia de la técnica para conseguir los mejores resultados. ¡Toma nota!
Cada vez más, me doy cuenta de la importancia de la técnica dentro de las rutinas del fitness.
Con el auge cada vez mayor del culto a la forma física y el querer mantener un buen estado de salud, la gente ha optado por realizar rutinas de fitness dentro de la sala de musculación. Eso es algo bueno, ya que significa que hay más gente practicando deporte y llevando una vida sana, lo que favorece que la sociedad sea más saludable. Sin embargo, el hecho de que haya mucha más gente que se anime a hacer fitness en gimnasios y salas de musculación, entraña un peligro, ya que muchos de estos usuarios no están formados para ejecutar los ejercicios de forma correcta, así que las lesiones van en aumento y el deportista no ve mejoras en su físico.
Una de las claves a la hora de mejorar nuestro físico dentro de este deporte es la técnica. La técnica se refiere al conjunto de movimientos que hacemos dentro de cada ejercicio. Es decir, cómo realizamos cada ejercicio. En el mundo del fitness, estaríamos hablando de cómo movemos las poleas, las mancuernas o las máquinas, o cómo estiramos los músculos. La técnica es, sin duda, lo que marca la diferencia entre hacer bien o mal un ejercicio.
Para hacernos una idea clara de lo importante que es la técnica en este deporte, pondremos un ejercicio de ejemplo como el curl con barra, también conocido como levantamiento de barra curvada. En este caso, es importante destacar dos fases que se dan a medida que hacemos este ejercicio: la fase concéntrica y la fase excéntrica. La fase concéntrica es la que va contra la gravedad, es decir, la que se da cuando subimos la barra, mientras que la fase excéntrica va a favor, cuando la aguantamos al bajar.
El movimiento concéntrico se trata del tipo más común de contracción muscular. Estos movimientos se caracterizan por el hinchazón del músculo provocado por la aproximación de las unidades contráctiles. Al principio de la contracción sólo se activan unas pocas unidades de movimiento que generan poca potencia. Cuanta más fuerza necesites para realizar el movimiento más unidades recluta el músculo. En resumen, cuanta más fuerza necesitas, más fibras utilizas.
Para realizar correctamente este movimiento debemos hacerlo a una velocidad que nos permita mantener el control y evitar el balanceo del cuerpo o la inercia, usando sólo la fuerza del músculo para ejecutar el ejercicio.
Ahora que hemos explicado el concéntrico, el excéntrico es mucho más fácil de entender, ya que es justo lo contrario. En el ejemplo del curl de barra se da cuando la barra baja y aguantamos su peso. Y ahí radica el problema, pues la mayoría no aguantan el peso y hacen el columpio… Y no hablo sólo de novatos, muchos veteranos dan un mal ejemplo dejando sin ejecutar esta fase.
En esta parte, el músculo sufre una tensión y una cierta contracción a lo largo del movimiento, los impulsos nerviosos siguen estimulando las unidades de movimiento, esto significa una mayor presión sobre las fibras musculares implicadas y provoca una gran rotura que acabará repercutiendo y provocando crecimiento muscular.
Una de las grandes teorías del desarrollo de la masa muscular es que este daño de la fase excéntrica causa una reacción inflamatoria, que más tarde activará la síntesis proteica y favorecerá el crecimiento.
También debemos tener en cuenta que cuando realizamos el movimiento excéntrico, el peso que bajas es el mismo que subes, pero cuando lo bajas, empleas menos fibras musculares. Eso quiere decir que cada fibra que tienes implicada está sometida a más tensión, lo que significa que también resultan más dañadas, un daño extra que mejora el crecimiento muscular.
El daño que obtenemos hará que el cuerpo cree y reclute nuevas fibras, y se prepare para el próximo ataque dentro del entrenamiento que le hagamos y nos haga mejores.
De ahí obtendremos el crecimiento muscular que tanto ansiamos.
Así que, a partir de ahora en la fase excéntrica y concéntrica del movimiento, no hagas el columpio, no estás en el patio del colegio.
Sé eficiente, sé mejor y que nada te pare.
**Canción del mes para acompañar el entreno: